Un think tank llamado Shift Project presentó su último informe sobre el impacto energético y climático de las infraestructuras digitales, en particular los centros de datos, en la era de la IA generativa (GenAI).
El grupo de expertos advierte sobre un aumento repentino del consumo eléctrico y las emisiones de dióxido de carbono, y propone recomendaciones para conciliar la implementación de la IA con la sostenibilidad.
El informe, presentado a principios de esta semana tras 15 meses de investigación, se enfoca en los centros de datos, la verdadera columna vertebral de la economía digital.
Estos albergan tanto usos tradicionales (alojamiento web, redes sociales, plataformas de vídeo, servicios en la nube) como aplicaciones más recientes, como las criptomonedas y, sobre todo, la IA y la GenAI. La infraestructura física incluye hardware eléctrico, GPU, procesadores y sistemas de refrigeración.
Según los investigadores de Shift Project, el sector se encuentra en una trayectoria climática insostenible.
Marlène de Bank, ingeniera de investigación digital del grupo de expertos, dijo que la huella de carbono global de los centros de datos podría cuadruplicarse para 2030, pasando de 250 toneladas métricas de dióxido de carbono equivalente (MtCO₂e)/año en 2020 a casi 920 MtCO₂e/año. “Eso equivale al doble de las emisiones anuales de Francia en todos los sectores”, enfatizó.
Asimismo, para 2030, el sector de los centros de datos podría contribuir de dos a tres veces más a la alteración climática que en 2020. “Esto añade efectivamente 50 MtCO₂e al año a las emisiones humanas”.
Consumo de electricidad fuera de control
Para comprender estas cifras, primero hay que analizar el consumo de electricidad. A nivel mundial, el consumo de energía de los centros de datos se está disparando, así como su impacto. “Era de 400 TWh en 2020, y nos dirigimos hacia entre 1250 y 1500 teravatios por hora (TWh) para 2030”, señaló Bank.
La Agencia Internacional de Energía (AIE, por sus siglas en inglés) proyecta cifras similares, estimando que la demanda de electricidad de los centros de datos podría alcanzar los 945 TWh en 2030, frente a los 415 TWh de 2024.
Este crecimiento, impulsado en gran medida por Estados Unidos, se debe principalmente a la GenAI y al auge de la potencia informática. Los expertos pronostican que la cantidad de GPU podría aumentar de los 9 millones actuales a 60 millones para 2030.
GlobalData confirma estos hallazgos, señalando que “los centros de datos se están expandiendo a un ritmo récord para satisfacer tanto las cargas de trabajo de la IA como los requisitos de sostenibilidad”, lo que multiplica el impacto climático y energético.
Según un informe de GlobalData, la mayor parte del entrenamiento de la IA se lleva a cabo en instalaciones a gran escala que requieren chips especializados, memoria masiva y sistemas de refrigeración avanzados.
Por otro lado, la presión financiera también es intensa: Microsoft, Alphabet, Amazon y Meta invirtieron 245 000 millones de dólares en 2024, con proyecciones que superan los 360 000 millones de dólares para este año, principalmente para impulsar los centros de datos y, por consiguiente, la IA.
¿Y entonces?
Esta coyuntura resalta la urgencia de implementar la IA dentro de estrictos límites ecológicos, de acuerdo con Shift Project.
“La inteligencia artificial mejora la eficiencia, la productividad y la velocidad. Pero su implementación generalizada crea una IA tan dependiente de los combustibles fósiles como la economía en la que opera, lo que aumenta las emisiones. Cualquier implementación de IA debe ser compatible con una trayectoria de carbono”, dijo Maxime Efoui-Hess, coordinadora del programa digital.
Esto requiere evaluar casos de uso, priorizar modelos de inteligencia artificial, más eficientes y, en ocasiones, no usar la IA, sugiere el think tank.
Información de Direct Industry EMag / Redacción Noti AI
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